"On the girl's brown legs there were many small white scars. I was thinking, Do those scars cover the whole of you, like the stars and the moons on your dress? I thought that would be pretty too, and I ask you right here please to agree with me that a scar is never ugly. That is what the scar makers want us to think. But you and I, we must make an agreement to defy them. We must see all scars as beauty. Okay? This will be our secret. Because take it from me, a scar does not form on the dying. A scar means, I survived" (little bee, Chris Cleave) "En las piernas marrones de la muchacha había muchas pequeñas cicatrices blancas. Estaba pensando, ¿Las cicatrices te cubren toda, como las estrellas y las lunas de tu vestido? Pensé que sería muy bonito, y te pido aquí mismo por favor que estés de acuerdo conmigo en que una cicatriz nunca es fea. Eso es lo que los que provocan las cicatrices quieren que pensemos. Pero tú y yo, debemos hacer un acuerdo para desafiarlos. Debemos ver todas las cicatrices como belleza. ¿Está bien? Este será nuestro secreto. Porque tómalo de mi, no se forma una cicatriz en los muertos. Una cicatriz significa que sobreviví"
Hace unos días platicando con un amigo, decíamos que nuestras historias siempre terminan en desgracia, decíamos que daban risa al final porque nada salía como queríamos y como previamente planeábamos. Estábamos mal. Nada termina en desgracia porque todo eso malo que nos pasa, se convierte en una una experiencia más para no repetir aquello que nos lastimó. Nunca podría quejarme de mi vida porque jamás he conocido lo que son realmente los problemas, claro que tengo problemas, pero son muy pequeños y siempre desaparecen. Estoy leyendo un libro que me ha hecho pensar muchísimo y me hace sentir tan pequeña y a veces tan egoísta, aunque el libro es de ficción, es algo qué pasa todos los días en muchos lugares. Little bee es una joven de Nigeria que llega a Londres después de dos años encerrada en un centro de detención para los inmigrantes. Little bee cuenta su historia detalle a detalle, cada página que leo siento que tengo mi corazón en las manos y hace que "mis necesidades" se desvanezcan. Vio como su familia fué asesinada, vio como violaban a su hermana y la mataban, fue encerrada 2 años sufriendo en un centro de detención para inmigrantes, en donde el racismo era el pan de cada día. Cada día en cada lugar en donde estaba, imaginaba escenarios en los cuales buscaba formas de asesinarse con lo que tuviera más cerca. Pero little bee no se detuvo, ella sabía que algo mejor vendría, que lo que le pasó no era algo que iba a detenerla de vivir su vida, claro que tenía miedo pero eso no la detenía. Admiro a gente que pasa por tantas tribulaciones y puede seguir de pie. Hay algo que me conmovió mucho en el libro, Little Bee estaba llorando ya que estaban en riesgo, su hermana tomó su mano, y aún sabiendo lo que podía pasar, le dijo; "Don't be afraid, if they kill us today we will eat bread tonight with Jesus" = "No tengas miedo, si nos matan hoy, está noche comeremos pan con Jesus", aún sabiendo todo lo que pasaba en sus vidas, ellas no perdían la esperanza en que algo mejor salía de esa terrible situación. Pienso que cada cosa que nos pasa nos hace más fuertes y nos hace estar listos para lo que venga. Algo que me puede encantar es escuchar a la gente contar sus historias. Cada cicatriz que tenemos (no literalmente) tiene una historia detrás y eso no nos debe de hacer sentir menos, las cosas malas pasan todos los días y eso no debe de ser algo que nos avergüence, al contrario, es algo de lo que tenemos que estar orgullosos. Hay cicatrices que provienen de intentos por conseguir las cosas. Cuando practicaba crossfit, nos ponían a saltar cajas y había de diferentes tamaños, yo siempre quise saltar la más alta y después de mucho tiempo me decidí a intentarlo, me costó mucho trabajo y un día lo logré. Ahora mi pierna izquierda tiene una cicatriz por las veces que intente saltarla y me lastimaba. Fue tiempo de trabajo y de esfuerzo, pero aún cuando por dentro pensaba que no iba a poder, luego pude contar la historia de cómo esa cicatriz fue de un pequeño logró que conseguí. No me refiero literalmente a las cicatrices, me refiero a ese pequeño daño que dejaron en nosotros experiencias y probablemente pensemos que jamás podremos superarlo, pero por eso son las cicatrices; vienen de una experiencia que YA PASÓ y ahora solo falta tiempo para que sane y no detengan nuestra vida cotidiana. No tengamos miedo de mostrarlas, no neguemos lo que nos pasa, aprendamos de ello. No tengamos miedo de contar nuestras historias, cada una de ellas es especial, los fantasmas de nuestros pasados son logros de nuestro presente y se convierten en trofeos que podemos poner en nuestras vitrinas. Todo nos demuestra que fuimos más fuertes de lo que intentó hacernos daño, de lo que pensamos que no lograríamos y logramos. Las cosas pasan por algo y todo se puede arreglar, al fin y al cabo, con un poco de tiempo y amor, no hay nada que no se pueda curar...