Siempre he sido fanática de ir de compras, es un momento el cual aprovecho para estar tranquila y en realidad lo puedo disfrutar... pero no todo es color de rosa. Desde muy pequeña he considerado que cada mujer y cada hombre tienen un diferente tipo de cuerpo, que cada quien tiene características que los hacen diferentes. Yo creo que todos estamos de acuerdo en qué hay algún momento de nuestras vidas en los que consideramos que esas cosas que nos hacen diferentes, nos pueden llegar a molestar. Cuando yo estaba más pequeña era un poco rellenita, soy muy alta entonces se veía pero no era algo exagerado. Por la familia de la que vengo tienden a tener piernas gruesas, glúteos grandes y brazos gruesos. Muchos pensaran que es lo que quieren para su cuerpo. Siempre he creído que cuando tenemos algo no lo apreciamos tanto como deberíamos y nos pasamos pensando en que nuestra vida sería mejor de otra forma. Cuando baje de peso, la gente me adulaba mucho porque mi abdomen era plano, entonces, me veía muy delgada y mis piernas seguían siendo muy gruesas. La gente pensaba que era maravilloso tener piernas gruesas y que el cuerpo que yo tenía era el que yo deseaba... yo no pensaba lo mismo. Cuando voy a comprar ropa lo disfruto mucho pero evito pensar que me hacen falta pantalones, ¿por qué? Llegue a tal punto en el cual mis piernas han llegado a hacer un obstáculo para mi obtención de seguridad y amor propio. No debería de ser así. Como hombres, mujeres o seres humanos, las características que nos representan no deberían de ser un obstáculo o un enemigo en nuestras vidas, no porque nuestro cuerpo o cualquier parte de nosotros no es de acuerdo a los estereotipos que ha creado la sociedad, quiere decir que no sean únicos a su manera. No digo que es fácil, no digo que yo ya haya superado todo, esto es lo que pienso; es una batalla diaria, es mirarte al espejo todos los días y repetirte a ti mismo que todo está bien y que cada parte de ti es algo tan maravilloso. ¿A qué punto podemos llegar que hasta evitamos enfrentar lo que nos incomoda solo para no caer al mismo punto de "no se puede quitar o cambiar"?. "Es una batalla diaria". Es levantarte en la mañana y saber que tienes que vivir con esto todos los días y no debe de convertirse en un impedimento para vivir. Es soltar lágrimas al aire sabiendo que te sientes triste y que no por sentirte así es señal de debilidad si no de una lucha por aceptación propia. Con esto, no me refiero solo al aspecto físico, me refiero a cada una de esas partes de ti mismo que te hacen humano, que te hacen tú y que eso debe bastarte para sentirte y ser especial. Ser tú es más que suficiente.